domingo, 11 de septiembre de 2011

Descripción del tema e introducción

Autor(a) : Aracelly Gamero
Contacto: u813523@upc.edu.pe


Este caso registró sus inicios en 2001,  cuando Betty Duckes;  empleada de una de las tiendas Walmart en California demandó a la empresa por discriminarla en cuanto a remuneraciones y posibilidades de ascenso por ser mujer y de raza negra.   A los pocos días, otras 5 mujeres pertenecientes a tiendas Walmart de diferentes estados se sumaron a la demanda.  

En Junio del mismo año un juez de California aprobó que el caso se agrupara como una querella colectiva, abarcando a todas las empleadas de Walmart de Estados Unidos que se encontraran trabajando desde diciembre de 1998, con lo cual 500,00 mujeres más se sumaron a la demanda.

Posteriormente, el Tribunal de Apelaciones del Noveno Distrito Federal, ratificó que la demanda podía extenderse a todas las trabajadoras  o ex trabajadoras de la firma a nivel mundial, lo que abarcaba en total a 1,6 millones de trabajadoras. 
Sin embago, Walmart apeló al Tribunal Supremo  expresando que la demanda colectiva no tenía lugar, debido a 3 razones: 
1.    La primera, que las mujeres tenían diferentes empleos, en tiendas diferentes, en estados diferentes y bajo supervisión de gerentes distintos.
2.    La segunda razón se refiere a los sueldos atrazados que reclamaban las demandantes, y que, según la empresa, no estaba respaldada por la legislación actual bajo ninguna circunstancia.
3.    La tercer evidencia de los abogados de Walmart es que darle cabida a la disputa de un grupo tan grande violaría los derechos de la empresa bajo la Constitución de Estados Unidos, y los derechos de las empleadas que no estén involucradas directamente en el caso.
Finalmente, el Tribunal Supremo de EEUU rechazó la demanda colectiva contra el gigante del retailing  Walmart, presentada en nombre de 1,6 millones de mujeres que habían alegado ser víctimas de discriminación sexual. El Supremo comunicó que la demanda, no podía continuar como querella colectiva debido a que las demandantes fracasaron en su intento de probar que existía una política corporativa común destinada a discriminar a las mujeres de la empresa.  Por lo tanto, aquellas mujeres que quisieran seguir adelante con su denuncia tendrían que hacerlo a título individual
 a) Las malas prácticas de negocios tienen el potencial de infligir un  enorme daño en las personas, comunidades y el medio ambiente:


En el caso que se hubiera probado que Walmart poseía una política corporativa discriminatoria hacia las mujeres; esta mala práctica podría haber causado un severo daño psicológico en las trabajadoras de la empresa.  Puesto que, al evidenciar las empleadas  que pese a su arduo trabajo y perseverancia para cumplir con sus obligaciones, sus esfuerzos no eran reconocidos al mismo nivel  que el de sus compañeros de sexo masculino y se les dejaba de lado al momento de otorgarse un ascenso o un incremento en la  remuneración.  Estas hubieran terminado por menospreciar su propio trabajo o peor aún, hubieran terminado por interiorizar la idea de que ellas eran efectivamente inferiores por el simple hecho de ser mujeres.  Lo cual a largo plazo, afectaría también la eficiencia de la empresa ya que sus empleadas se acostumbrarían a ejecutar su trabajo realizando lo mínimo requerido, ya que se habrán convencido que no habría sentido en hacer bien su trabajo pues nunca llegarían a ser promovidas.
b)            El poder y la influencia de los negocios en la sociedad es más grande que nunca:
Manteniendo el supuesto que se hubiera confirmado que Walmart ejercía una política corporativa discriminatoria hacia sus colaboradoras de sexo femenino. El alcance del daño psicológico ocasionado a estas mujeres hubiera sido a nivel mundial puesto que Walmart posee tiendas en diferentes partes del mundo, en la cuales trabajan cientos de miles de mujeres en EEUU y poco más de un millón en todo el mundo. 

Asimismo, todas estas mujeres; en su mayoría madres de familia, hubieran podido transmitir a sus primogénitos la idea que una mujer nunca podrá ser tan exitosa como un hombre, a pesar a todos sus esfuerzos.  Por lo tanto, el daño que aparentemente solo afectó a la empleadas, llegaría a afectar a generaciones futuras de pequeñas que crecerían creyendo que son inferiores y su inferioridad no tiene escapatoria pues es parte de su naturaleza.

c)     Pocos hombres de negocios han recibido entrenamiento en ética para los negocios:

Es muy frecuente oír casos sobre empresas que se basaron de engaños para vender sus productos, de cómo otras se aprovechan de la abundancia de mano de obra en países subdesarrollados para ofrecerles sueldos miserables, etc. Estos casos deben su frecuencia a que efectivamente son muy pocos los empresarios que conocen y estén adecuadamente capacitados para tomar decisiones éticas en los negocios.  Sin embargo, ahora son más los hombres de negocio que entienden la importancia de estar entrenados para aplicar la ética en su día a día.  Encontrándose entre ellos, los miembros de la alta gerencia de Walmart.  Ya que gracias a respetar y mantener con firmeza su política corporativa de no discriminación de ninguna clase, se pudo comprobar su inocencia frente a la demanda que recibieron por parte de sus empleadas.  Durante todo el juicio, los directivos de Walmart mantuvieron su postura. 

Ellos profesaban la no discriminación,  por lo tanto; bajo ninguna circunstancia ellos osarían ir  en contra de sus propios fundamentos.  Y congruentemente , al final se demostró que Walmart jamás presentó ninguna política discriminatoria.
d) La ética para los negocios nos da la habilidad para comprender los beneficios y riesgos de diferentes caminos para manejar las cuestiones éticas :
Cuanto se nos presenta una situación ética uno puede optar por tomar diferentes caminos, sin embargo; sea cual sea nuestra decisión, está acarreará consigo riesgos y beneficios.  En el caso analizado, Walmart tomó la decisión de hacer aquello éticamente correcto al otorgar promociones y beneficios a aquel colaborador que hubiera el mejor trabajo, sin importar su sexo.  Gracias a ello, el gigante del retailing pudo comprobar su inocencia en el juicio al que fue sometido.  Por el contrario, de haberse comprobado que la empresa tomaba sus decisiones en base a políticas discriminatorias, esta hubiera tenido que pagar no sólo miles de millones en indemnizaciones a las demandantes .  Sino, que hubiera sido gravísimamente desprestigiada frente a sus clientes a nivel mundial, lo cual  hubiera ocasionado daños irreversibles en la confianza que el consumidor tenía hacia la empresa
Fuentes:
Elpais.com
Publico.es

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